El tuerto y los ciegos
Me queda el 69!!! Qué numerazo el 69!!
Así gritaba a viva voz Damián, un cieguito vendedor de rifas apostado generalmente en la esquina de 9 de Julio y Rivera Indarte ("corazón elegante de mi docta ciudad", diría la canción).
Lo curioso era que del pecho le colgaban no solo el 69 si no casi todos los números previos y posteriores en una plancha de billetes adosada a una tablita de acrílico colgada del cuello con un hilo blanco (ennegrecido, confesémoslo ya).
O era irónico o no tenía idea de los números.
Una tarde, sobre el filo del 86, al calor de la peatonal, juntamos unos australes con unos compañeros del secundario y le compramos el 69.
No, claro... no salimos ni a los 20 (ah, no... eso era de quiniela, no?... whatever... nevermind).
El viernes 8 se cumplen 20 años de la joda de egresados y los sobrevivientes estamos invitados. Seguramente alguien con buena memoria traerá éstas y otras anécdotas, muchas de ellas, inquietantemente, referidas a ciegos, como esa vez que Diego contó que una dama de nariz plástica y fruncida quiso darle unas chirolas al cieguito que tocaba la guitarra en la vereda de la legislatura. Pero la doña no tenía cambio así que parece que le preguntó al cieguito si le podía dejar un billete en la caja de la guitarra y llevarse el vuelto (del mismo embalaje). Siempre según las palabras de Diego: "el cieguito se bajó los anteojos hasta la punta de la nariz y la miró a la vieja con cara de «alzate a la mierda, vieja culiada»" Ahí ya dejamos de escucharlo y estallamos en carcajadas de burla.
O como esa vez que nos colamos en la Fico y tras liquidarnos una caja de Cazalis tibio yo pelé mis anteojos oscuros y empecé a hacerme el cieguito. Entre Cristo y Mark me llevaban de stand en stand "mostrándome" la feria y describiéndome lo que allí había con total cara de póker.
El asunto eran las promotoras! Me contaban cómo eran, las describían de pies a cabeza (aunque esos extremos poco importaban) y yo enseguida las quería "reconocer" con las manos y ahí las rescataban de mi avidez y me alejaban del stand entre reproches y palabras de desaprobación.
Qué cosa linda las promotoras!
Brindo por el genio marketinero que las inventó!! Salú
Hic!
Lo curioso era que del pecho le colgaban no solo el 69 si no casi todos los números previos y posteriores en una plancha de billetes adosada a una tablita de acrílico colgada del cuello con un hilo blanco (ennegrecido, confesémoslo ya).
O era irónico o no tenía idea de los números.
Una tarde, sobre el filo del 86, al calor de la peatonal, juntamos unos australes con unos compañeros del secundario y le compramos el 69.
No, claro... no salimos ni a los 20 (ah, no... eso era de quiniela, no?... whatever... nevermind).
El viernes 8 se cumplen 20 años de la joda de egresados y los sobrevivientes estamos invitados. Seguramente alguien con buena memoria traerá éstas y otras anécdotas, muchas de ellas, inquietantemente, referidas a ciegos, como esa vez que Diego contó que una dama de nariz plástica y fruncida quiso darle unas chirolas al cieguito que tocaba la guitarra en la vereda de la legislatura. Pero la doña no tenía cambio así que parece que le preguntó al cieguito si le podía dejar un billete en la caja de la guitarra y llevarse el vuelto (del mismo embalaje). Siempre según las palabras de Diego: "el cieguito se bajó los anteojos hasta la punta de la nariz y la miró a la vieja con cara de «alzate a la mierda, vieja culiada»" Ahí ya dejamos de escucharlo y estallamos en carcajadas de burla.
O como esa vez que nos colamos en la Fico y tras liquidarnos una caja de Cazalis tibio yo pelé mis anteojos oscuros y empecé a hacerme el cieguito. Entre Cristo y Mark me llevaban de stand en stand "mostrándome" la feria y describiéndome lo que allí había con total cara de póker.
El asunto eran las promotoras! Me contaban cómo eran, las describían de pies a cabeza (aunque esos extremos poco importaban) y yo enseguida las quería "reconocer" con las manos y ahí las rescataban de mi avidez y me alejaban del stand entre reproches y palabras de desaprobación.
Qué cosa linda las promotoras!
Brindo por el genio marketinero que las inventó!! Salú
Hic!
8 comentarios:
chin chin!!!
:)
Pero que brindador se ha puesto, me alegro, y le acerco una copa, rota?
Meli: chin chin y chan chan, ya que estamos :P
Ross: todas las copas con las que brindo han de estar rotas dada la velocidad con que se vacían :P Por esa razón desde hace un tiempo brindo directamente de la botella. Pero estoy empezando a creer que hay un complot... las botellas se vacían igual de rápido
Je, se nos ha puesto nostálgico el dueño del blog! Los reencuentro con gente del colegio suelen hacer eso. Hace no mucho nos juntamos con los compañeros de la primaria, a algunos no los vi desde que terminamos 7º grado (10 años! :|). Estuvo bueno.
Sólo pasaba a saludar... y ya que estamos le acepto una copita... salud!
Mirá de lo que me entero después de tanto tiempo.
Mery: y con qué brindaron? Con Toddy?? jajaja
naaa... chiste! se que sos de empinar el codo y hasta sos capaz de improvisar un strip tease sobre una mesa de 0.6 de diametro ;)
Cin: me hacía el cieguito y me hacía el atorrante... sólo me hacía, siempre fui pescado :(
Beacriz: yo no fui! :P
Brindo por eso, Chin Chin!!!, pero no digan asi frente a un japones, por que significa otra cosa, mejor digan Kampai!!!
Che, alguien me puede contar que es eso de colegio y secundaria?
Chagracia...
Pleyadi... etc: El secundario es una jungla que se atravieza a machetazos :P
Denadas
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