Cambios?
Creo recordar que se trataba de un reinicio.
Una onda “a partir de este momento, tal cosa...” Pero no tengo presentes ahora los detalles, aunque los supe.
Y nada había cambiado mucho, eso fue lo sorprendente. Buscaba el gran cambio, el dramático, ese que no deja lugar a dudas, pero no.
De a poco fui notando que el color del día no era el mismo que recordaba. Había como un eclipse parcial constante, faltaba un brillo, un matiz, un pixel apagado de cierto color. Algunas puertas no abrían para el mismo lado: a uno le queda la memoria muscular. Y había silencio –algo que extraño desde hace tiempo.
Sé que sentía algo. Por ella, por los demás, por algunas cosas. Un apego, una comodidad, un estremecimiento, pocas certezas. Las miradas eran esquivas, tal vez por desacostumbradas, tal vez por desconocidas.
Pero no tardé en familiarizarme con la nueva realidad. Fue cosa de segundos, calculo, y ya estaba “viviendo” como si nada... o como si algo, pero apenas.
Me despertó el calor. Me volví a acomodar e intenté seguir soñando porque estaba interesante: hay cambios a los que uno no se anima, principalmente cuando podés optar. Ahora, cuando se trata de los cambios que te impone la realidad, no te queda otra: o cambiás o despertás... Pero en fin... el insomnio aquí otra vez. Me tuve que levantar y hacerme un café. Trato de no hacer mucho ruido ni andar prendiendo luces: ella duerme.
Por fortuna, la cafetera está a medio llenar y las tazas no cambiaron de lugar.
Habrá desaparecido mi gastritis?
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