Fiesta en la selva
Recuerdo tu gesto y tu risa cuando por fin te lo dije. No habrías podido evitar levantar la ceja aunque lo quisieras. Tu clásico "no jodas" me terminó de martillar. Sentí vergüenza, como cada vez que expreso un sentimiento y como voy a sentirme ahora que voy a volver a expresalo.
Que hago con todo lo que tengo para dar, para abrazar, para besar? Qué hago con esta familia que no me elige sino que me evita y me rechaza? Qué hago con toda esa gente que de un momento a otro quedó flotando en mi memoria, cuando minutos antes eran mis amigos? Qué hago con esa necesidad de contención y afecto que me desborda y desespera? Qué hago con las expectativas que pongo en cada cosa, en cada persona, en cada hecho? Qué hago con esa urgencia que todo salga bien, que la vida por fin entre en cauce y transcurra en paz, en orden y con sentido?
Se ve tan linda la fiesta en la selva y yo acá, acurrucado en una horqueta, aferrado a una liana silenciosa e inerte.
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