De otros mundos (parte IV)
Toda manifestación de vida, tal como la conocemos, es algo increíblemente complejo y a nuestra forma limitadísima de ver, milagrosa. Eso no es ninguna novedad. Allí donde haya vida siempre habrá una precisa y sabia mezcla de magia y realidad que nunca vamos a poder medir, pero sí podemos llegar a comprender, con una generosa apertura de miras y de corazón.
Trataré de usar términos a los que estamos acostumbrados, aquellas palabras que dentro de mi ignorancia, puedan graficar lo mejor posible, aunque más no sea de manera arquetípica y pondré esas palabras de referencia en cursiva.
La vida aquí es tan sencilla y compleja a la vez como en cualquier rincón del universo. Existen diferentes estadíos, varias dimensiones, distintos pasos por un cuerpo denso, como el nuestro, entidades que necesitan manifestarse en varias dimensiones a la vez. Pero vayamos al hecho concreto de estos seres increíbles.
Sus cuerpos densos son, en un promedio, una vez y media los nuestros. El cuerpo es de una composición extremadamente dura para lo que estamos acostumbrados (podríamos compararlo con hierro) pero a la vez muchísimo más flexible que los nuestros. No poseen esqueleto y son pocas las vísceras (órganos huecos). Pero el desconcierto es total cuando tocamos estos cuerpos y los notamos de una suavidad tal que bien nos remite a la piel de un bebé humano. Y, como dicen los vendedores de colectivos, como si esto fuera poco, poseen una capacidad de adaptación increíblemente desarrollada. Como ejemplo, podemos citar que los vehículos de transporte que se construyen son un pasatiempo más que una necesidad. Estos seres pueden volar a cualquier velocidad y en cualquier dirección prácticamente desde que son adultos (ya llegaremos a explicar las etapas de desarrollo), por el mismo método de generar un espacio de gravedad cero y caerse allí.
La sexualidad no existe aquí como una cuestión divisoria, marcada, notable, necesaria. Si bien todos los seres son distintos y, como en nuestro caso, nunca se dan dos exactamente iguales (aunque sí similares como nuestros gemelos), no existe una separación de género.
Ya vamos a lo que tanto les interesa... si los conoceré!
El placer es algo que aquí se vive permanentemente, como respirar o alimentarse. No es que todos anden con cara de orgasmo todos los días y sus noches, pero es tan común y simple sentirse bien que hasta nos cuesta habituarnos. Y la sexualidad es lo de menos, basta un simple acuerdo y la adaptación es instantánea, alguno será hembra y otro será macho y hasta se puede intercambiar en cualquier momento. El placer por el contacto físico es solo un paso previo a lo verdaderamente importante: el intercambio emocional. Allí la comunión es total, nada queda insatisfecho, nada queda en silencio, nada queda sin sentir, la empatía es completa. Nuestros humanos orgasmos son algo así como el sentimiento más precioso y preciado, pero los intercambios emocionales tan extremadamente puros de esta gente nos dejan con la sensación que nos estamos perdiendo un noventa por ciento o más.
De todas formas, estos intercambios nada tienen que ver con la reproducción ya que la misma se da por una especie de clonación. Podríamos decir que más que padres e hijos, son todos una gran familia de hermanos. Las familias se constituyen en el tiempo que lleva la planificación de la nueva vida. En determinado momento de sus vidas sienten un llamado y sin ningún tipo de duda o desconcierto y mucho menos de negativas, acuden a la vez que comienza, por dentro, una transformación trascendental en cada uno de los convocados.
La vida a punto de encarnarse es la que realiza, junto con los maestros guías, este llamado a quienes serán la familia casi pasajera, en términos de tiempo y en formalidades similares a las nuestras. Trataré de explicar.
Cada vida, igual que pasa con las nuestras, tiene un objetivo, una misión, un aprendizaje (bueno, no siempre es uno solo, pueden ser más), un motivo particular por el cual descender el nivel de vibración y manifestarse en un mundo denso. Para lograr esto, se necesita determinado ámbito, parientes, región geográfica, religión (no acá, ese concepto no existe), coyuntura social, etc., etc. Esa convocatoria suele reunir a personas que tranquilamente pueden ser vecinos o completos desconocidos y que de repente se ven envueltos en roles fundamentales en la vida que se está por gestar. Mientras el llamado tiene su curso, comienzan a manifestarse en esta gente los planes y objetivos de la nueva vida. El nombre, el aspecto, la posición en la sociedad, las habilidades, la condición para los afectos y mil cosas más que definen a esta personalidad única e irrepetible. Es como darles a los actores que van llegando a un gran casting, el libreto de la obra. No hay palabras para esto, no hay acuerdos del tipo escrito, ni siquiera del hablado. Sencillamente se van re-conociendo y entrelazando sus vidas bajo las precisas directivas de la nueva vida y sus guías. Cuando está todo dispuesto, el ser padremadrehermano que dará origen a la clonación comienza a experimentar una transformación sorprendente: en la zona del bajovientre va creciendo un apéndice que en cuestión de 8 a 10 horas toma la forma de un huevo y en un momento determinado se desprende. Este huevo, que exteriormente tiene la misma piel que el ser del que se desprendió, va tomando su forma definitiva en casi el mismo lapso (de 8 a 10 horas, nuestras siempre) pero de un tamaño menor. Cuando la criatura está lista, mide cerca de un metro y apenas pasaron 20 horas. En poco tiempo, el tiempo que le lleva ponerse en condiciones físicas de desplazamiento y acostumbramiento de los miembros y órganos sensitivos, va incorporando a su vez los conocimientos básicos de alimentación, comunicación, composición familiar, etc., etc. y lo que es más importante: una especie de sellado final con las instrucciones acerca de su misión en esta vida, algo que el resto de la familia vino aprendiendo en este tiempo. Y acá viene la parte que nosotros solemos graficar como el beso del ángel del olvido. Cuando este ser está en condiciones de valerse por sí solo (apenas pasadas 30 o 35 horas nuestras) se borra todo el plan en todos los convocados y en el recién nacido. Todo menos las relaciones básicas, los parentescos pactados como básicos, las amistades necesarias, las relaciones primordiales. Pero el plan se olvida y solo permanece latente el objetivo en un rincón de lo que nosotros solemos llamar subconciente, para poder así cumplir con el libre albedrío versus destino. Acá también, la polaridad reina de manera indiscutible e indiscutida y solo aceptándola y aceptando el camino hacia la unidad, se puede decir que se dio un paso importante en el desarrollo de esta entidad en su camino por el mundo denso.
Trataré de usar términos a los que estamos acostumbrados, aquellas palabras que dentro de mi ignorancia, puedan graficar lo mejor posible, aunque más no sea de manera arquetípica y pondré esas palabras de referencia en cursiva.
La vida aquí es tan sencilla y compleja a la vez como en cualquier rincón del universo. Existen diferentes estadíos, varias dimensiones, distintos pasos por un cuerpo denso, como el nuestro, entidades que necesitan manifestarse en varias dimensiones a la vez. Pero vayamos al hecho concreto de estos seres increíbles.
Sus cuerpos densos son, en un promedio, una vez y media los nuestros. El cuerpo es de una composición extremadamente dura para lo que estamos acostumbrados (podríamos compararlo con hierro) pero a la vez muchísimo más flexible que los nuestros. No poseen esqueleto y son pocas las vísceras (órganos huecos). Pero el desconcierto es total cuando tocamos estos cuerpos y los notamos de una suavidad tal que bien nos remite a la piel de un bebé humano. Y, como dicen los vendedores de colectivos, como si esto fuera poco, poseen una capacidad de adaptación increíblemente desarrollada. Como ejemplo, podemos citar que los vehículos de transporte que se construyen son un pasatiempo más que una necesidad. Estos seres pueden volar a cualquier velocidad y en cualquier dirección prácticamente desde que son adultos (ya llegaremos a explicar las etapas de desarrollo), por el mismo método de generar un espacio de gravedad cero y caerse allí.
La sexualidad no existe aquí como una cuestión divisoria, marcada, notable, necesaria. Si bien todos los seres son distintos y, como en nuestro caso, nunca se dan dos exactamente iguales (aunque sí similares como nuestros gemelos), no existe una separación de género.
Ya vamos a lo que tanto les interesa... si los conoceré!
El placer es algo que aquí se vive permanentemente, como respirar o alimentarse. No es que todos anden con cara de orgasmo todos los días y sus noches, pero es tan común y simple sentirse bien que hasta nos cuesta habituarnos. Y la sexualidad es lo de menos, basta un simple acuerdo y la adaptación es instantánea, alguno será hembra y otro será macho y hasta se puede intercambiar en cualquier momento. El placer por el contacto físico es solo un paso previo a lo verdaderamente importante: el intercambio emocional. Allí la comunión es total, nada queda insatisfecho, nada queda en silencio, nada queda sin sentir, la empatía es completa. Nuestros humanos orgasmos son algo así como el sentimiento más precioso y preciado, pero los intercambios emocionales tan extremadamente puros de esta gente nos dejan con la sensación que nos estamos perdiendo un noventa por ciento o más.
De todas formas, estos intercambios nada tienen que ver con la reproducción ya que la misma se da por una especie de clonación. Podríamos decir que más que padres e hijos, son todos una gran familia de hermanos. Las familias se constituyen en el tiempo que lleva la planificación de la nueva vida. En determinado momento de sus vidas sienten un llamado y sin ningún tipo de duda o desconcierto y mucho menos de negativas, acuden a la vez que comienza, por dentro, una transformación trascendental en cada uno de los convocados.
La vida a punto de encarnarse es la que realiza, junto con los maestros guías, este llamado a quienes serán la familia casi pasajera, en términos de tiempo y en formalidades similares a las nuestras. Trataré de explicar.
Cada vida, igual que pasa con las nuestras, tiene un objetivo, una misión, un aprendizaje (bueno, no siempre es uno solo, pueden ser más), un motivo particular por el cual descender el nivel de vibración y manifestarse en un mundo denso. Para lograr esto, se necesita determinado ámbito, parientes, región geográfica, religión (no acá, ese concepto no existe), coyuntura social, etc., etc. Esa convocatoria suele reunir a personas que tranquilamente pueden ser vecinos o completos desconocidos y que de repente se ven envueltos en roles fundamentales en la vida que se está por gestar. Mientras el llamado tiene su curso, comienzan a manifestarse en esta gente los planes y objetivos de la nueva vida. El nombre, el aspecto, la posición en la sociedad, las habilidades, la condición para los afectos y mil cosas más que definen a esta personalidad única e irrepetible. Es como darles a los actores que van llegando a un gran casting, el libreto de la obra. No hay palabras para esto, no hay acuerdos del tipo escrito, ni siquiera del hablado. Sencillamente se van re-conociendo y entrelazando sus vidas bajo las precisas directivas de la nueva vida y sus guías. Cuando está todo dispuesto, el ser padremadrehermano que dará origen a la clonación comienza a experimentar una transformación sorprendente: en la zona del bajovientre va creciendo un apéndice que en cuestión de 8 a 10 horas toma la forma de un huevo y en un momento determinado se desprende. Este huevo, que exteriormente tiene la misma piel que el ser del que se desprendió, va tomando su forma definitiva en casi el mismo lapso (de 8 a 10 horas, nuestras siempre) pero de un tamaño menor. Cuando la criatura está lista, mide cerca de un metro y apenas pasaron 20 horas. En poco tiempo, el tiempo que le lleva ponerse en condiciones físicas de desplazamiento y acostumbramiento de los miembros y órganos sensitivos, va incorporando a su vez los conocimientos básicos de alimentación, comunicación, composición familiar, etc., etc. y lo que es más importante: una especie de sellado final con las instrucciones acerca de su misión en esta vida, algo que el resto de la familia vino aprendiendo en este tiempo. Y acá viene la parte que nosotros solemos graficar como el beso del ángel del olvido. Cuando este ser está en condiciones de valerse por sí solo (apenas pasadas 30 o 35 horas nuestras) se borra todo el plan en todos los convocados y en el recién nacido. Todo menos las relaciones básicas, los parentescos pactados como básicos, las amistades necesarias, las relaciones primordiales. Pero el plan se olvida y solo permanece latente el objetivo en un rincón de lo que nosotros solemos llamar subconciente, para poder así cumplir con el libre albedrío versus destino. Acá también, la polaridad reina de manera indiscutible e indiscutida y solo aceptándola y aceptando el camino hacia la unidad, se puede decir que se dio un paso importante en el desarrollo de esta entidad en su camino por el mundo denso.
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4 comentarios:
IM PE CA BLE.....como siempre...ni mas ni menos....
Sin palabras absurdas que opaquen esta maravilla....Besos
Algo increíblemente complejo visto desde arriba (el tiempo que duró mi lectura) y ahora mi conciencia está volviendo a su nivel normal y entra en juego mi intelecto ordinario con sus preguntas... es qué, más allá de la clonación, sexualidad y demás, mis dudas vienen por el... tiempo-espacio, o más bien sería un no tiempo-no espacio??
Bue... me colgaría con preguntas,pero usté no tiene la culpa de mis arranques tan humanos y curiosos y tan alejados de otros mundos :)
kisses!!!
Cecis: Se anuncia la próxima partida!! Preparate la valijita :D
Anta: No hay problema, pregunte, pregunte... contestaré de buena gana lo que pueda explicar y si no puedo pido ashuda :D
Kisses metálicos... yeah!
Todo lo que pueda decir seria para arruinar este escrito increible, seria como pintarle un bigote a la Mona Lissa.
Un beso
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